
Primera etapa de entrenamiento personalizado.
Lo que debes tener en cuenta para tu primer plan personalizado.
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¿Como debería ser la primera etapa de entrenamiento personalizado al incorporar recientemente el ejercicio a nuestra vida?
Desde mis diez años de experiencia, he concluido que como en todos los procesos de la vida, cualquier cambio se gestiona mejor si se organiza la información. Antes de elaborar un plan de entrenamiento para una persona, es fundamental recolectar información sobre variables importantes que jugarán un papel esencial en los detalles iniciales de dicho plan personalizado. Estas variables determinarán la complejidad o simplicidad, las variaciones, las limitaciones y los riesgos de lesión. Los aspectos individuales fisiológicos influirán en la planificación, ejecución y seguimiento del plan.
Entre las variables observables, debemos considerar:
- Altura
- Ancho de cadera
- Peso
- Largo del fémur
- Flexibilidad y rango de movimiento
- Movilidad de cadera
- Estabilidad de la rodilla
- Rotaciones y extensiones de hombros
- Capacidad de soporte prolongado (movimientos isométricos)
Estos factores son esenciales, dependiendo del propósito del entrenamiento y la categoría o deporte del atleta.
En cuanto a las variables no observables, se deben tener en cuenta:
- Rangos de pulsaciones y resistencia
- Umbral del dolor
- Edad
- Control de la respiración
- Hábitos diarios, como la cantidad de agua consumida, horas de sueño y alimentación
- Actividad diaria
Recopilar esta información no es una tarea fácil y puede llevar entre tres a cuatro semanas antes de definir los detalles de un plan personalizado. El proceso de observación para recolectar estos datos incluirá la ejecución de movimientos básicos de referencia, involucrando cada grupo muscular de manera integral y separada. Se realizarán ejercicios de movilidad para potenciar el rango de amplitud desde diversos ángulos.
Durante este primer mes, el entrenador deberá observar atentamente para conocer los límites y potencialidades de la persona, identificando debilidades y fortalezas. Es fundamental poner a prueba el core o zona media, preparándolo para aumentar su fuerza progresivamente. La fortaleza del core actuará como una columna de soporte alrededor del cuerpo, proporcionando estabilidad a las caderas. Los glúteos y flexores de cadera deben prepararse para lo que está por venir mediante ejercicios específicos y técnicos sin peso, usando solo herramientas como bandas, poleas del gimnasio, steps, conos, cuerdas de saltar, boxes, barras de apoyo, mancuernas ligeras o bloques de yoga, entre otros artículos funcionales básicos.
Durante este tiempo, un buen entrenador se fijará en los valores personales del cliente, como compromiso, disciplina, determinación, respeto, organización y planificación. Una vez recolectados los datos y trabajadas las expectativas realistas que coincidan lo más posible con las expectativas personales del individuo, se puede avanzar a un entrenamiento completamente personalizado. Es esencial pasar por un período inicial neutral de aproximadamente cuatro semanas, con ejercicios básicos y probablemente aburridos, antes de adentrarse en un plan totalmente adaptado a los requerimientos y capacidades individuales.